sábado, 24 de enero de 2009

Vendida

Tras varias semanas que mi ex pagaba por utilizar mi cuerpo a su antojo, sucedio el paso siguiente.

Ese día llegué a su apartamento, lo limpie y lave su ropa. Al tiempo llegó con un amigo, se pusieron a ver el futbol mientras yo les servía cervezas.

Mi ex me llamó para que estuviera cerca de él, empezó a tocarme, levantaba mi falda como mostrandole a su amigo que yo le pertenecia.

Mi cara no sentía verguenza, pues nuestras lenguas jugaban, humedas; mientras sus manos tocaban mi cuerpo.

De repente mi ex le dijo a su amigo: tocale las nalgas. Yo me quedé un poco sorprendida al sentir las manos de su amigo sobre mi cuerpo, pero no le tome mayor importancia, solo sonrei de manera picara.

De repente mi ex le dijo a mi amigo, ¿Te acuerdas el dinero que te debo?

El amigo se quedo pensando, como extrañado, pero no dijo nada. Era obvio que no le debían nada.

Pero mi ex prosiguió: Si quieres te lo pago, te puedes coger a la perra, y me señalo. Yo me quede sin plabras, mientras él seguía hablando.

Si cogetela, la verdad no es mi novia, es una puta a la que quiero mucho, pero nada mas. Luego de sus frias palabras se dirigio a mi diciendo: Perra tu me debes dinero, pagame con ese favor, quiero que te coja mi amigo.

El amigo le dijo: No espera, no se de que se trata esto, es asunto de ustedes. Yo no quiero meterme en eso.

Pero mi ex le respondio: no te preocupes, mirala, huelela, es una puta universitaria, es limpia. Se ve que te gusta, vi como la tocaste.

El amigo me dijo entonces: pense que eras su novia, ¿en serio eres puta?

Mi ex no me dio tiempo a contestar y dijo: Claro que lo es, si fuera mi novia no la tratara así, además no te la estaría ofreciendo. Luego me dijo: Perra lo haras con él, si no te puedes ir a la mierda ya. Entendiste estupida.

Me puse roja de verguenza. Vi como el amigo le entrego el dinero a mi ex. El negocio estaba hecho, oficialmente fui vendida por primera vez......

3 comentarios:

  1. ya nos contaras la experiencia.
    Gracias

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  2. Vaya, que fuerte, yo pasé por experiencias parecidas en mi juventud, pero logré huir.

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  3. Ojalá yo tuviera el valor que tienes para tantos deseos "indecibles" y auto-repochables que tengo...

    Te felicito por tanto valor que tienes.

    gysaray

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